
Caléndula
La caléndula refuerza, de manera natural, las defensas del organismo y, gracias a sus propiedades antioxidantes, activa los mecanismos de protección celular. Muy recomendable en épocas donde los virus atacan y las gripes son peligrosas en personas con las defensas bajas. ¡Mejora de manera natural tu sistema inmunitario!
La caléndula, conocida científicamente como Calendula officinalis, es una planta herbácea con flores de color naranja o amarillo brillante que pertenece a la familia de las asteráceas. Esta planta ha sido apreciada durante siglos por sus propiedades medicinales y terapéuticas. Uno de los beneficios más notables de la caléndula es su capacidad para fortalecer de forma natural las defensas del organismo y proteger las células gracias a sus propiedades antioxidantes.
El sistema inmunológico es una red compleja de células, tejidos y órganos que trabajan en conjunto para defender al cuerpo de infecciones y enfermedades. Mantener un sistema inmunológico fuerte y saludable es fundamental para prevenir enfermedades y combatir las infecciones, especialmente durante épocas en las que los virus y las gripes son más activos y pueden representar un mayor riesgo para las personas con defensas bajas.
La caléndula refuerza tus defensas porque contiene una amplia gama de compuestos bioactivos, como flavonoides, carotenoides, triterpenos y ácidos fenólicos, que han demostrado tener propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. Estos compuestos trabajan en sinergia para mejorar la función inmunológica y proteger las células del daño causado por los radicales libres. Los radicales libres son moléculas inestables que pueden causar daño celular y contribuir al desarrollo de enfermedades y al proceso de envejecimiento.
Además, la caléndula también puede estimular la producción de células del sistema inmunológico, como los linfocitos y los macrófagos, que son fundamentales en la lucha contra las infecciones y en la eliminación de patógenos. Al potenciar la actividad de estas células, la caléndula ayuda a mejorar la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones y mantener una buena salud.
Incluir la caléndula en su dieta o en forma de suplementos puede ser una forma efectiva y natural de mejorar la función inmunológica. La caléndula puede consumirse en forma de infusiones, tinturas, cápsulas o cremas. Sin embargo, es fundamental consultar a un profesional de la salud antes de comenzar a utilizar la caléndula, especialmente si está embarazada, en periodo de lactancia o tomando medicamentos, ya que puede haber contraindicaciones o interacciones.
Además de consumir caléndula, mantener un estilo de vida saludable también es esencial para mantener un sistema inmunológico fuerte. Esto incluye seguir una dieta equilibrada y rica en nutrientes, hacer ejercicio regularmente, dormir lo suficiente, reducir el estrés y evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco.
Nuestros productos con caléndula
Regis KH Antiox
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Regis KH es un complemento alimenticio obtenido de extractos de plantas con activos antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento.
Complemento alimenticio Antioxidante Regis KH
Consumo recomendado 3 meses.
Tomar un antioxidante ayuda a retrasar y contribuye a prevenir la oxidación debido al bloqueo de los radicales libres, y en el caso de KH Antiox te proporciona los siguientes beneficios:
- Acción anti-oxidante, ayudándote a activar el mecanismo de protección celular.
- Ayuda a reforzar las defensas en gripes, catarros, neumonías, etc.
- Favorece la digestión y el tránsito intestinal.
- Ayuda al buen funcionamiento del metabolismo intestinal y hepático.
Regis Kh Antiox 60 Comprimidos incluye una fórmula elaborada a base de extractos de máxima pureza que se obtienen de plantas como resultado de un exclusivo sistema de procesamiento que mejora su biodisponibilidad.
Además, aporta diferentes propiedades como resultado de sus activos que generan efectos antioxidantes y antiedad, ya que contiene componentes que aportan fuerza a las defensas, a la vez que ejercen mayor protección de la oxidación celular.
Historia de la caléndula
La caléndula es una planta originaria de la región mediterránea (posiblemente proviene de Egipto) y se encuentra ampliamente distribuida en todo el mundo como planta ornamental. Tolera todo tipo de suelos, preferentemente arcillosos, de ahí que se emplee extensamente en parterres y jardines urbanos.
El nombre Caléndula nos remonta al latín “Kalendae”, el primer día del mes para los romanos ya que es una de las plantas que florece durante más meses del año.
A pesar de su etimología se le conoció como “solquenium” por seguir al sol, igual que los girasoles.
Algunos autores sitúan su origen en México, donde los Aztecas le atribuían propiedades espíritu-medicinales y que con el tiempo sus semillas fueron trasladadas a España.
Como planta medicinal empieza a mencionarse en el siglo XII y en 1552 en el “Libellus de Medicinalibus Indorum Herbi” encontramos la primera referencia escrita. Posteriormente en 1583 Rember Doaeus, uno de los botánicos mas destacados del Renacimiento en su “Stirpium historiae” dijo de ella : “Tiene unas flores agradables, de color amarillo brillante a anaranjado que se cierran a la caída del sol”. En Inglaterra el farmacéutico-físico y astrólogo Nicholas Culpeper (1660-1738) la recomendaba para fortalecer el corazón. A principios de 1753 Linneo la clasifica en el “Species plantorum” e hizo referencia a la periodicidad de apertura de sus flores. Durante el siglo XVIII y XIX fue una de las plantas mas estimadas para la curación de numerosas enfermedades y los boticarios debían de disponer de grandes cantidades para la elaboración de fórmulas.
Durante 1960 –1970 los estudios sobre la utilización de la Caléndula se intensificaron notablemente utilizándola para el tratamiento de los trastornos de la piel, el dolor y también como bactericida, antiséptico y antiinflamatorio.
Usos de la caléndula
Las virtudes medicinales y colorantes de la caléndula fueron conocidas desde la antigüedad, en especial por los árabes y los hindúes, siendo posteriormente cultivada por los griegos.
La utilización tanto de sus capítulos florales, frescos o secos, como en formas de tisanas, decocciones, ungüentos o cremas, han atribuido a la Caléndula un amplio espectro de propiedades curativas. Gran parte de ellas demostradas científicamente a lo largo de la historia y otras más actuales forman parte de investigaciones más avanzadas.
La caléndula ha sido empleada en forma tópica durante muchos años. Por ejemplo, en caso de úlceras dérmicas, heridas infectadas, dermatitis de pañal, eczemas, varices, hemorroides acné e incluso periodontopatías y conjuntivitis.
En el campo de la cosmética la encontramos como activo de innumerables formulaciones debido a su efecto antiinflamatorio, su poder humectante y cicatrizante.
Información botánica
Se trata de una planta aromática herbácea anual, perteneciente a la familia de las Asteráceas (Compuestas), caracterizada por presentar una altura cercana al medio metro (30-50 cm).
La raíz es larga, cilíndrica, con vellosidades y de color amarillo pálido. Sus tallos son semi-erectos y ramificados. Sus hojas son oblongo-lanceoladas, pilosas por ambas caras, de 5 a 15 cm de largo y márgenes dentados. Las inflorescencias son gruesos capítulos (3-8 cm) rodeados por dos filas de brácteas vellosas.
Las flores centrales tubulosas y hermafroditas son, generalmente, de un color amarillo anaranjado más intenso que el de las flores periféricas femeninas que poseen una lígula tridentada. Los capítulos florales hacen su aparición durante gran parte del año, siguen al sol de día y por la noche se cierran. A veces la planta es prolifera desde el involucro, y porta varias cabezuelas pedunculadas en un círculo.
Preguntas frecuentes sobre la caléndula
La caléndula es conocida por sus propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes y antisépticas. Se utiliza para tratar heridas leves, quemaduras, irritaciones cutáneas y picaduras. También es útil en forma de infusión para aliviar molestias digestivas leves y menstruales. Es una planta segura en usos tópicos y común en la fitoterapia.
La caléndula se aplica en forma de pomadas, cremas o aceites para tratar irritaciones, eccemas, dermatitis, quemaduras solares y heridas menores. Su acción calmante y regeneradora favorece la curación de la piel sin efectos secundarios importantes. Es apta para pieles sensibles e incluso para bebés.
Sí, la caléndula puede consumirse como infusión. Se prepara con flores secas y agua caliente, y se utiliza tradicionalmente para aliviar inflamaciones internas, cólicos menstruales, digestiones pesadas y problemas hepáticos leves. Es importante no abusar de su consumo oral sin supervisión profesional.
En general, la caléndula es segura para niños en usos tópicos, especialmente en forma de crema o aceite para aliviar rozaduras, irritaciones o dermatitis del pañal. Sin embargo, no se recomienda su uso interno en menores sin la orientación de un especialista en salud natural o pediatría.
Sí, una de las aplicaciones tradicionales de la caléndula es el alivio de síntomas menstruales. Consumida como infusión, puede ayudar a reducir cólicos, regular ciclos irregulares y mejorar el estado general durante la menstruación. No sustituye tratamientos médicos, pero es un apoyo natural útil.
La caléndula es bien tolerada en la mayoría de los casos, pero debe evitarse en personas alérgicas a las plantas de la familia Asteraceae. Tampoco se recomienda en mujeres embarazadas sin supervisión médica. Su uso tópico es seguro, pero la ingesta debe realizarse con precaución.
Para preparar aceite de caléndula casero se colocan flores secas en un frasco con aceite vegetal (como oliva o almendra) y se deja macerar durante 2 a 4 semanas en un lugar cálido y sin sol directo. Luego se filtra y se conserva en un recipiente oscuro. Este aceite es excelente para masajes o irritaciones cutáneas.
Sí, la caléndula es muy valorada en cosmética natural. Sus extractos se usan en cremas, lociones, tónicos y bálsamos para piel sensible o dañada. Ayuda a calmar, hidratar y regenerar la piel. También se encuentra en productos para bebés y en cosmética ecológica por su suavidad.
Sí, la caléndula es una planta muy fácil de cultivar. Requiere sol directo, riego moderado y un suelo bien drenado. Florece casi todo el año en climas templados y además de sus beneficios medicinales, es excelente para atraer polinizadores y embellecer jardines y balcones.
La caléndula ha sido usada desde la antigüedad por diversas culturas. En la Edad Media se empleaba para aliviar inflamaciones y como planta mágica. En la medicina ayurvédica y en la herbolaria europea se valoraba por sus efectos purificadores. También ha sido símbolo de protección y espiritualidad en rituales populares.